La disciplina postiva es mucho mas que un conjunto de tecnicas; es una filosofia de crianza
que busca guiar los niños con firmeza y amabilidad al mismo tiempo. En lugar de castigos y
recompensas que a menudo solo generan obediencia a corto plazo, la disciplina positiva se
enfoca en enseñar a los niños habilidades para la vida a largo plazo, como el respeto mutuo,
la responsabilidad, la empatía y la resolución de problemas.
Imaginen un escenario común: su hijo no quiere recoger sus juguetes. La respuesta
tradicional podría ser gritar, castigar o amenazar. La disciplina positiva nos invita a
detenernos y entender la razón detrás del comportamiento del niño. ¿Está cansado?
¿Se siente abrumado? ¿Necesita ayuda? Una vez que entendemos la causa, podemos
abordar el problema de manera más efectiva. Esto no significa ceder, sino buscar
soluciones que respeten tanto al niño como al adulto. Se trata de establecer límites
claros y consistentes, pero hacerlo de una manera que preserve la dignidad del niño.
Por ejemplo, en lugar de "¡Recoge tus juguetes ahora o no verás la tele!", podríamos
decir: "Veo que tus juguetes están dispersos. ¿Necesitas ayuda para guardarlos o
prefieres hacerlo solo antes de tu actividad siguiente?".
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