"Salud mental, prioridad diaria"

Muchas veces escuchamos hablar de comer bien, hacer ejercicio o ir al médico si algo nos duele. Pero… ¿qué pasa cuando lo que duele no se ve? ¿Qué hacemos cuando nos sentimos tristes, vacíos, ansiosos o con miedo, pero no sabemos por qué? Ahí es cuando entra algo que por muchos años fue ignorado: la salud mental. Tener salud mental no significa estar feliz todo el tiempo, ni tampoco “no tener problemas”. Significa tener herramientas para afrontar los desafíos de la vida, manejar las emociones, convivir con otros de forma sana, y pedir ayuda cuando la necesitamos. Vivimos en un mundo lleno de presiones: en el colegio, en casa, en redes sociales… Muchas personas, especialmente jóvenes, cargan con estrés, ansiedad o inseguridad y no se atreven a hablar por miedo a ser juzgados o ignorados. Pero hablar es el primer paso para sanar. Cuidar nuestra mente también es aprender a descansar, a reconocer cuando algo no está bien, a decir "no" cuando algo nos incomoda, a buscar espacios de calma, y sobre todo, a tratarnos con amor y paciencia. No estás solo ni sola. Si sientes que algo no anda bien, está bien pedir ayuda. Hay personas dispuestas a escucharte: una amiga, un profesor, un familiar o un psicólogo. Lo importante es no quedarse callado. Así como cuidamos el cuerpo, también debemos cuidar lo que sentimos y pensamos. Porque cuando estamos bien por dentro, todo mejora por fuera: nuestras relaciones, nuestro estudio, nuestra vida.